Cap 41: El estreno. (ULTIMO CAPITULO)

Las piernas me temblaban convulsivamente, pero pude caminar gracias a que Flami se colocó a mi lado y me tomó del brazo.
Los gritos, más bien aullidos de la gente, me daban tres cosas al mismo tiempo: Valor, terror y nervios.
Michelle y Nataly nos alcanzaron al instante. Al mismo tiempo, suspiramos y comenzamos a caminar por la alfombra.
Un montón de personas nos gritaban, histéricos, agitando miles de carteles. Había de diferentes tamaños. Algunos eran una simple cartulina, y otros eran banderas que servían para colocar en las calles.
A pesar de que tenía claro que tenía que caminar lenta y cuidadosamente, no podía ir a una velocidad menor que la de alguien que trotaba.
Cuando veía que la multitud nos tendía lapiceras y agendas, mis amigas y yo nos acercábamos a firmarlas, y al principio tuve que pedir perdón por la mala caligrafía, ya que prácticamente les arruinaba la hoja de papel. Pero finalmente, pude soltarme por completo y hacer mi firma y poner dedicatorias relativamente entendibles.
Cuando llegamos al final de la alfombra, se nos acercó un hombre con un micrófono, seguido por cámaras, y nos presentó a todo el mundo.
-¡Señoras y señores! Tenemos a cuatro celebridades en frente nuestro, ¿qué es lo que queremos hacer? –preguntó a través del micrófono, y todo el público hizo silencio-. Pues hacer varias preguntas. Comenzaremos con Lindsay. ¿Qué sientes?
Me puso en frente el aparatito que yo tanto odiaba, ya que era un signo de que todo el mundo me escuchaba, algo para lo que, aunque nadie pudiera creerlo por el hecho de ser actriz, no estaba preparada, debido a la vergüenza.
-¡Nervios! –exclamé, queriendo ser totalmente sincera.
Todos los presentes rieron.
-¿Y cuál es la razón? Estás en el estreno de tu película, debes estar feliz, no nerviosa –me aconsejó el hombre, y entonces lo reconocí, cuando vi su despeinado cabello.
Era de un programa de televisión, el cual en ese momento no recordé el nombre, pero él se llamaba Nicholas Frastey, y se dedicaba a hacer entrevistas a los famosos.
-Bueno, siempre soñé con ser actriz, al igual que toda persona en el mundo –reí, con la voz temblorosa-. Por la tele vi a miles de personas increíbles desfilar por este lugar, y no puedo creer estar aquí en este momento, como si yo pudiera ser comparada con todos ellos.
Michelle se metió entre el micrófono y yo, y comentó:
-¡Ah, vamos, niña! ¿Qué no es toda esta gente suficiente prueba de que sí eres comparable? ¡Eres increíble!
Sentí que el mundo entero estaba allí, viéndome ruborizarme, y todos estallaron en aplausos.
-¿Cómo fue todo al principio de la película? –preguntó, colocando el micrófono frente a Michelle.
A lo lejos vi llegar a los demás, y no alcanzó a oírse la respuesta ya que todos estallaron en gritos nuevamente. Ya estaba todo el elenco allí.
Tuvimos que esperar a que se nos acercaran, y mi amiga pudo responder por fin:
-Al principio fue difícil. No porque fueran malos actores en un primer momento, sino porque debían habituarse a los horarios, al lugar, a los personajes del libro, a la historia. Ninguna película queda bien si un actor o una actriz no logra meterse en el personaje, y eso es lo que hemos estado buscando desde el principio. Y puedo asegurarles que lo consiguieron.
-¿Qué tan difícil fue entablar amistad, o una simple relación, entre todos ustedes? –inquirió Nicholas.
Miré a toda la multitud. Entre la gente reconocí a Patrick, e intercambiamos una mirada sonrojada debido a la pregunta, acordándonos tanto de nosotros como de Ali. Al ver que eso me entristecía, sonrió para darme ánimos. Miré hacia la derecha, y allí estaba la niña de diez años que me había pedido un autógrafo. Ella notó que la miraba, me sonrió y me guiñó un ojo, terminando de otorgarme el valor que necesitaba. Le sonreí en respuesta, y pude disfrutar de esa noche tranquilamente. De mi noche, mi momento. No digo nuestro, debido a que mis amigas son parte de mí, así que es lo mismo.
Me giré para contemplar a Flami, mientras respondía:
-Bien –se aclaró la garganta, y le presioné el brazo, que todavía estaba sobre el mío, intentando transmitirle algo del valor que ahora sí sentía-, todo era muy nuevo en un principio. No voy a repetir, ya lo dijo Michelle, pero me gustaría agregar que poco a poco todos nos fuimos conociendo más, y se formó un grupo muy lindo.
-¿Y tú qué piensas, Nataly? –el entrevistador se esforzaba por hacer hablar a todos, y eso me gustaba, así no dejaba a nadie fuera.
-Yo creo que estuvo genial. Al igual que lo han dicho las chicas, fue toda una novedad. Todos fuimos dándonos valor unos a otros, hasta lograr entablar amistad, y todo tipo de relaciones –se volvió hacia mí y me guiñó un ojo.
Nicholas se dio cuenta.
-¡Pero bueno! ¿Qué quieren agregar ustedes sobre ésta pregunta? –nos dijo a mí y a todas las demás personas del elenco.
Me acerqué al micrófono y respondí:
-Que todo esto es una gran familia. ¡Claro, todos dicen eso, es cierto! Pero no hay otra manera de expresarse. Vamos juntos a todos lados, nos encanta disfrutar del tiempo que podemos compartir. Quizás somos más unidos con unos que con otros, pero a la hora de apoyarnos estamos todos. Es un reto aprender a convivir así –mi mirada se encontró con la de Ali, y sus ojos brillaron-, pero creo que lo hemos logrado. Y con los que no lo hemos hecho, aún nos queda tiempo para hacerlo.
Nicholas no nos dejó en paz hasta intentar saber absolutamente todo sobre nuestras vidas, cómo fue que enfrentamos la actuación, y pronto me tocó volver a hablar.
-Voy por la calle y se me acerca gente a saludarme, ¡yo no lo podía creer! Realmente si a alguien debemos agradecerle es a todos ustedes –dije, mirando al público-, los que nos dan la fama, el valor para seguir, la satisfacción de actuar, porque todo esto es para ustedes, y que lo aprecien es un gran regalo, también para nosotros. Y no crean que porque nosotros, que somos supuestamente geniales, estamos aquí, ustedes jamás lo lograrán. Todo se trata sobre expectativas –ésta vez fui yo la que le guiñé un ojo a la niña, y todos estallaron en aplausos nuevamente.
También hizo hincapié en que comentáramos algo sobre nuestra vida personal, pero no pensaba hablar sobre Patrick. Para ambos significaría cero privacidad, algo que, al principio de una relación, nadie quiere.
Cuando todos hubieron dicho algo, nos pusimos en marcha y volvimos a pasar a firmar autógrafos, momento en que aproveché y abracé a la muchacha.
-Gracias –susurré en su oído.
Debido a esto, los fans comenzaron a pedir abrazos y besos, y por supuesto no nos negamos, aunque lo lamenté un poco, debido a que quería estar dentro del auto para poder respirar tranquila.
No dejé de agradecerles hasta que Michelle arrancó su auto y dejamos atrás ese lugar espectacular.
Nos dirigimos al restaurant, gritando de emoción.
Una vez que estuvimos allí, pedimos pizzas para todos, ya que queríamos quitarnos lo formal de encima.
Juntamos varias mesas, para estar cerca de todos, y en ese momento sí se nos unieron las personas importantes para cada uno de los del elenco. En mi caso, Patrick. Lo lamenté un poco por Ali, pero ella nos sonrió, dejando claro que todo estaría bien de allí en adelante.
Michelle se lució un poquito, tomando una cuchara y golpeando con ella la copa, para llamar la atención, y antes de que comenzara a hablar todos nos dejamos llevar por las risas, debido a la manera en que nos había comunicado que quería decir algo.
Varias lágrimas cayeron por sus ojos, mientras dijo:
- Estoy muy contenta de cómo quedó todo. Les quiero agradecer por hacer mi novela realidad, y por poner tanto esfuerzo en esto. De verdad, todo es gracias a ustedes.
Era el momento del llanto. Para colmo, por los parlantes pusieron una canción de amistad, la cual aprovechamos para abrazarnos entre todos y aplaudir a Michelle, sin la cual, ninguno de nosotros habría estado allí.
Al final, nos despedimos y mis amigas nos alcanzaron hasta nuestra casa, el lugar donde compartiría con Patrick el resto de mi vida. El resto de la vida de ambos, que era una sola

Fin


Quiero agradecer a las pocas personas que siguieron Never Think, pero me apoyaron para terminarla... Que leian capítulo a capítulo comentandome cada uno y diciendome que les gustaba y que no. Especialmente a dos personas, que ya saben.. Una que me ayudo a hacer el final, y sin ella habria sido un fracaso y otra que leyo completamente TODOS los capitulos y yo leí su novela, que me ayudo demaciado. Gracias chicas, este capitulo y toda la novela va dedicada a ustedes. Las quiero..

Sofi.

Cap 40: La alfombra roja.

Los meses pasaron muy rápido. Ya habíamos hecho sesiones de fotos con Jeniffer y Flami para la película. Había cosas de todo tipo. Fotos, pósters, carteles, la fecha del estreno, inundaban todas las calles que recorría, incluso también la televisión.
Con respecto a Patrick, todo iba más que bien. Lo único que me daba algo de culpa era ver la mirada de Ali, o mejor dicho, no verla, ya que giraba la cabeza cada vez que nos acercábamos juntos. De todas maneras, mi relación no iba a ser amargada por ella, así que nos limitábamos a no provocarla demasiado, tratando de dejar los besos y los abrazos para después.
Ya le había contado a mis padres sobre nuestra relación. Habían viajado una semana a Chicago, prácticamente estaban insoportables cuando les comuniqué que estaba de novia. Se ocuparon de saber todo sobre Patrick, si era una buena persona, si “era digno de mí”. Algo que me hizo reír, ya que la afortunada era, sin duda, yo. Lo miraban bastante mal, cosa que me molestaba. Pero el pequeño discurso que él les dedicó sobre mí, los dejó embobados, pero puedo asegurar que más lo estaba yo.
-Creo que jamás he sido tan feliz en mi vida. Desde siempre sentí un amor secreto hacia Lindsay, uno que ni yo mismo me permitía aceptar, ya que en un principio era mi amiga. Una gran amiga. Pero todo fue creciendo, sin que yo pudiera evitarlo. Soy el hombre más afortunado de la Tierra, ella me proporciona el color que mi vida necesitaba, que siempre va a necesitar. Sin ella no soy nada ni nadie. Me siento un Pirata, porque le he robado al planeta y a todos los otros hombres muchísimo mejores que yo, al tesoro más increíble del universo. Pero si para conservarlo tengo que cursar los siete mares siendo perseguido por el mundo, así como Jack Sparrow, estoy dispuesto a aceptar tal reto. ¡Arréstenme! Porque no me arrepiento. Lindsay es mi tesoro, uno que vale el quíntuple de lo que yo puedo ofrecerle, y sin embargo ella se conforma con esto –abrió los brazos, como enseñándose a sí mismo-. Tengo muy claro que no estoy a su altura, señores, pero quiero pedirles que me permitan estar a su lado para siempre, otorgándole todo lo que se me permita, cuidándola como si fuera la otra parte de mí. ¡Qué digo! Ya es mi otra parte, sin la cual no puedo vivir.
Al menos no fui la única que lloré en ese momento, mamá podía hacer competencia con el Río Nilo gracias a lágrimas que estaba derramando.
Mis amigas de Londres me mandaban correos electrónicos casi todos los días, preguntándome como iba todo, y hablando sobre la película.
Ya la habíamos terminado de filmar y en unos días seria el estreno. ¡Iríamos a la alfombra roja!
Estaba muy emocionada, ese era el lugar donde muchísimos famosos importantes pasaban y firmaban sus autógrafos, y yo estaría allí.
Además, de vez en cuando, iba caminando por la calle, y se me acercaban algunas personas a pedirme autógrafos. Si así era cuando la película no se había estrenado, ¿cómo sería cuando todos la vieran? Temía que no les gustara tanto como esperaban, que los decepcionara.
Una vez, vieron a mi sonrisa flaquear un poco, y me preguntaron qué me sucedía.
-¿Y si no es tan buena como esperan? –contesté yo, con otra pregunta.
-Mira hacia delante, siempre ten mayores expectativas. Si te convences de que todo estará bien, así será. El Mundo entero se encuentra en la palma de tu mano, únicamente tienes que tener claro tus deseos –me respondió una vez una niña de diez años.
¡Me sentí tan estúpida frente a su sabiduría! Jamás me hinché tanto de orgullo como aquella vez.
Todo estaba estable y en su lugar, sin problema alguno.
Patrick y yo habíamos comprado una casa a pocas cuadras de la de mis amigas y él había conseguido empleo, por lo que ambos estábamos ocupados.
El día del estreno llego enseguida. Habíamos hablado por meses con Michelle, Nataly y Flaminia de eso y... ¡El momento estaba encima nuestro!
Luego de ir a la alfombra roja iríamos con todo el elenco a cenar a un restaurant.
Esa tarde fui de compras por algo que ponerme en la noche junto a Patrick.
Él no iría ni a la alfombra roja, porque había reglas firmes. “Solo debemos estar allí los del elenco” recordé, haciendo una mueca.
Pero al menos si a la cena, ya que los que estaban de novios habian convencido a Michelle, y yo fui una de esas personas.
Me compre un vestido hasta las rodillas color celeste con volumen y volados, con unos tacos y una cartera plateados.
Una hora antes de partir, me había maquillado en tonos celestes y me había recogido el pelo de a capas, dejando caer algunos mechones.
Michelle, Flaminia y Nataly pasaron por mí ni bien termine de arreglarme. Me despedí de mi novio y fui con ellas.
Michelle se había puesto un vestido largo y con caída, color blanco, haciendo juego con un collar, sandalias y unos aros. Flaminia se había recogido el pelo en una cola con el flequillo al costado y se había puesto un vestido color violeta con piedras pegadas en la cintura y unos tacos del mismo color. Por último, Nataly se había puesto un vestido también largo, amarillo, con volados que acompañaban su figura, tacos y joyas haciendo juego.
Las tres, además, estaban maquilladas en tonos similares al de sus vestidos.Me subí al auto y partimos. Era un viaje algo largo, pero matamos el tiempo escuchando música y conversando de lo nerviosas que estábamos. La voz me temblaba de felicidad.
Ya habíamos visto el terminado de la película y realmente había quedado muy bien. Nos reímos mucho al verla, ya que empezamos a recordar las partes cómicas en las que nos confundíamos durante los ensayos y las grabaciones. Según Michelle, había quedado muy parecido a lo que se había imaginado de su libro, y además le habían sacado muy pocas partes y no tan importantes, para que la película no quedara sumamente larga y aburrida.
Cuando quise darme cuenta, habíamos llegado. Inspiré y espiré profundamente un par de veces, antes de abrir la puerta.
Aseguré mi pie derecho en el piso, temiendo que los tacos me traicionaran. Por las dudas, me apoyé con ambas manos sobre el auto, sonriendo de nervios al oír los gritos de la gente.
“Todo estará bien” me dije a mí misma.

Cap 39: Primer beso

Por suerte logré dormir toda la noche placidamente. A la mañana, me llevaron el desayuno y llegó el médico.
- Sigues bien? –preguntó-
- Genial –sonreí- No me duele nada.
- Bueno, ya puedes irte.
Mis amigas y Patrick me ayudaron a levantarme, me cambie de ropa y en un taxi volvimos al departamento.
- Perdona por lo del auto Michelle, si me hubiera quedado durmiendo tal vez nada de esto habría ocurrido.
- Pero seguramente otra cosa no habría ocurrido si eso no ocurría, el destino es así Lins y no me interesa el auto. Importa que estés bien –sonrió-
- Igual, lo siento.
Ese día deberíamos ir a grabar, pero mis amigas me habían prohibido hacerlo. Decidieron grabar una escena de Edward en la que Elizabeth todavía no estaba, y al otro día que yo ya estaría mejor continuábamos.
Patrick se quedó cuidándome a la tarde cuando mis amigas se fueron todas a la reunión para mi película.
- No me dejarás sola ni un momento, verdad? –reí-
- Mmm..., déjame pensar. No! –se unió a mis carcajadas-
- Por qué haces todo esto?
- Porque te quiero, Lins.
- Seguro?
- Tal vez nunca deje de sentir lo que sentía. Tal vez nunca pude amar a Ali más que a ti, y por eso me di cuenta que no era la indicada. Tal vez no te olvide.
- Y tal vez yo tampoco lo hice –sonreí-
- Enserio?
- Si, es cierto.
- Te juro que si hoy te ocurría algo, yo me moría. Además, ya estaba planeando como dejar a Ali pero ella me simplificó mucho más las cosas –rió-
- Pero la dañaremos. Es decir, si queremos estar juntos.
- Ella fue la que me dejo. A veces hay que ser aunque sea un poco egoísta y pensar en uno.
- Entonces.. –susurré-
- Entonces que?
- Saldremos juntos? –pregunté-
- Si tu quieres.
- Claro que quiero! Como no voy a querer?
- Por lo tanto… Quieres ser mi novia?
- Por supuesto –lo besé-
Ese fue mi primer beso, además del beso con Lucas pero fue para una película. Me tomo por las manos, y me dijo.
- Al fin podemos estar juntos.
- Te quedarás aquí en Chicago? –pregunté-
- Nunca más te dejaré sola –sonrió-
En ese momento sonó mi móvil. Lo busque en el bolsillo del jean, y miré el número. Era Michelle.
- Hola Linds!
- Hola –respondí-
- Como te sientes?
- Bien. Como anda todo allí?
- Excelente. Solo queríamos saber como andabas.
- Ando mejor, gracias.
- Adiós –cortó-
Patrick se fue por unos minutos a la casa de Ali, a recoger sus maletas. Se quedaría en un hotel en la misma cuadra de la casa de Michelle, hasta que encontráramos una casa para irnos juntos.
Cuando llegó, faltaban tan solo unos minutos para que mis amigas llegaran a la casa.
- Quieres ver una película? –me preguntó- Tengo muchas.
- Dale! –sonreí-
Elegimos una de la pila que tenía Patrick. Era de amor. Pusimos la película en el DVD y nos sentamos frente al televisor, en un sofá. Iba por la mitad cuando Flami, Naty y Michelle llegaron y como también la querían ver, la pusimos de nuevo e hicimos espacio en el sofá para todas.
Cuando la película terminó, ya era de noche. Decidimos ir a comer a algún restaurant por allí cerca.
Pedimos pastas, y conversamos de todo un poco. La comida estaba exquisita y ya me sentía completamente bien. Cuando salimos de allí decidimos ir a una agencia de autos, y compramos entre todas un coche para remendar el de Michelle. Era un convertible rojo muy parecido al anterior pero modelo nuevo.
Llegamos al departamento, y Patrick se fue hacia su hotel. Me di una ducha, nos pusimos los pijamas y fuimos a acostarnos.
- Chicas, tengo que contarles algo –sonreí-
- Que sucede? –Preguntaron las tres al unísono-
- Patrick y yo estamos saliendo!
Las tres empezaron a gritar de la emoción.
- Felicidades amiga –me abrazaron-
- Gracias.

Cap 38: Mejoría. (Narra Lindsay)

En un momento la oscuridad desapareció y logre volver a la realidad. Sentí unos fríos dedos enroscados a los míos y una mano en mi corazón. Abrí los ojos como pude, todavía muy débil y lo vi a los ojos.
- Pa..trick! –susurré-
- Tranquila, no hables. Estas débil –sonrió poniéndome un dedo en la boca-
- Lo sien..to. Deb..i habe..rme que…dado en ca..sa.
- No pasa nada cielo, descanza –sonrió Patrick- Ya vengo.
Oí como Patrick salía de la sala y cerré los ojos. A los pocos segundos llegó con el médico y mis tres amigas.
- Linds! –sonrió Michelle- Es la segunda vez que te vengo a ver a la clínica. Por suerte siempre mejoras rápido –sonreí-
- Como te sientes querida? –preguntó el médico-
Ahí caí en la cuenta de que me dolía un poco la cabeza y la espalda.
- Me due..le la cab..eza.
- Es común, solo intenta dormir y no hables ni te esfuerces mucho. Ni bien te levantes si no tienes dolor, estarás solo unas horas más aquí y podrás volver a tu casa.
- Ok –cerré los ojos. Se sentía mejor-
- Quieren irse quedando de a una? Así la cuidan –preguntó el médico-
- Si, yo me quedo primera –dijo Nataly-
- Bueno –salieron los demás-
Escuche el ruido de la silla cuando Naty la acomodaba a mi lado. Me acarició el brazo.
- Vas a estar bien amiga –rió- Sos muy fuerte!
- Por suerte –reí pero me agarró una puntada en la garganta, así que decidí no hacerlo mas-
- Lo siento, no te haré reír. Sabes que Patrick cortó con Ali? –noté un atisbo de emoción en su voz, y abrí los ojos. Una ráfaga de alegría inundo mi cuerpo-
- Por..que? –pregunté-
- Por vos. Patrick escucho el ruido del choque y fue a ver que había pasado. Vio que eras vos, y se subió de inmediato a la ambulancia para acompañarte –sonreí- Entonces Ali le dijo que si llegaba a venir para aquí con vos, nunca mas la volvería a ver y el se vino igual. Así que cortaron –la sonrisa no se fue de mi cara- Igual seguramente te lo contará el, así que no le digas que yo te lo dije –hice señas que “no” con mi dedo-
- Gra..cias por contármelo.
- Bueno, creo que le voy a dejar el lugar a otra de las chicas un rato así te hablan. Deben estar ansiosas. Te quiero –me beso en la mejilla-
- Yo también –sonreí y note como sacaba su mano de mi brazo-
En cuanto salió escuche un grito en la puerta.
- Linds estas bien! –gritó Flami-
- Shh! –le dijeron las demás- No le grites pobre chica! –rieron-
- Linds, linds! –me abrazó-
- Cuidado Flami –sonreí. Me había apretado un poco fuerte la espalda-
- Lo siento! Soy muy bruta –se quejo-
- No lo eres. Como estás? –pregunté-
- Estas en una clínica, acabas de tener un accidente y me preguntas como estoy yo! –rió- Como estás tu?
- Mejor, me duele un poco la espalda y la cabeza.
- Ya nos vamos nosotras, solo queríamos saludarte. Te dejaremos descansar –entro también Michelle-
- Hola linds –sonrió-
- Hola Michelle.
- Bueno Linds, esperamos que te mejores. Nos quedaremos aquí afuera pero tu debes descansar. Te queremos.
- Yo igual –susurré y volví a cerrar los ojos-
Me estaba por dormir, cuando sentí nuevamente la fría mano en la mía. Era sin duda Patrick. Era mejor seguir intentando dormirme.
- Eres mas linda dormida, aunque prefiero verte despierta –susurró. Sin dudas creía que estaba dormida. No me gustaba engañarlo para que siguiera hablando sin saber que lo escuchaba-
- Gracias –abrí los ojos-
- Oh! No sabia que estabas despierta –se ruborizó-
- No importa…
- Sabes que me pelee con Ali? –preguntó ansioso-
- Enserio? Y no estás triste –reí para mis adentros-
- No, en realidad esa relación mucho no iba a durar.
- Ah –no sabia que decirle- Porque se pelearon?
- Ella no quería que te acompañara. Me hizo una escena de celos, y estaba siendo muy egoísta. –explicó y no contesté nada- Mejor descanza, y después hablamos.
Logre dormirme por unas cuantas horas. Soñé con el lugar del accidente, pero en el momento en que Ali dejaba a Patrick por su capricho. Fue muy gracioso verlo, y quedó totalmente como una ridícula (por lo menos en mi sueño).
Cuando desperté Patrick estaba a mi lado, recostado sobre mi brazo y durmiendo. Miré por la ventana de la sala del hospital, y ya era de noche. Pobre! Se había quedado toda la noche conmigo.
- Tu también eres más lindo dormido –reí-
Por suerte ya nada me dolía. Sentía una leve puntada en la cabeza, pero nada más.
Minutos después llegó el médico.
- Muchacho puedes dormirte en el sillón que tienes ahí –señaló del otro lado de la camilla, despertando a Patrick- Estarás mas cómodo.
- Ah, no lo había visto –se quejó- Despertaste Linds! –se fue hacia el sillón-
- Como estas ahora? –preguntó el médico-
- Mejor, solo me duele muy poco la cabeza.
- Tuviste muchísima suerte, niña. Podría haberte pasado cualquier cosa. Vamos a ver si puedes caminar y si tienes todos los signos vitales bien –sonrió- Puedes pararte?
Con mi falta de equilibrio, resé para poder hacerlo sin ayuda. Sería mucho mejor. Saqué mis pies de adentro de las sábanas y toqué el suelo con ellos. Estaba muy frío!
Me fui poniendo en la punta de la cama para llegar con todo el cuerpo totalmente al suelo, y apoyé todo mi peso en mis pies. Bien, no me estaba cayendo!.
- Puedes? –dijo el médico y noté la mirada expectante de Patrick detrás mío-
- Si, quiero hacerlo sola –sonreí-
Con mucho cuidado empecé a caminar. No me costaba para nada! Mis pies se movían como siempre.
- Genial. Estas mucho mejor –sonrió satisfecho el médico- Ahora vuelve a la cama –le hice caso y me revisó los ojos, oídos haber si estaba todo bien- Creo que fue un milagro! No tienes nada y fue un golpe fuerte. Tus signos vitales están todos bien y no sufriste ningún daño. Mañana cuando amanezca ya puedes irte.
- Yo me quedaré aquí –me dijo Patrick-

Capitulo 37: Corte. (Narra Patrick)

Sentí como Ali bajaba a mi lado pero no cese la velocidad a pesar de que me decía que la esperara. Tenía un mal presentimiento, y corrí hacia la entrada en cuanto baje las escaleras. El ascensor me daba nauseas y era muy lento, en cambio corriendo las escaleras llegaba más rápido.
Escuché la sirena de una ambulancia y vi un auto estampado contra un palo a una cuadra de donde yo me encontraba. Llegué en cuanto pude al lado de donde había ocurrido el accidente y en cuanto reconocí el auto, mi cuerpo se paralizo.
Era o Nataly, o Flaminia, o Michele o… Lindsay. No quería ni pensarlo.
Noté como de la ambulancia bajaban algunos médicos con un respirador y una camilla y sacaban al cuerpo del auto. Desafortunadamente era Lindsay. Mi cuerpo todavía estaba paralizado y lo único que pude notar fue el brazo de Ali que me atrapaba contra ella.
Me solté de su brazo y corrí a su camioneta.
- Yo la acompaño –logre articular sonido- Es mi mejor amiga.
- No Patrick, deja. Yo voy. –me discutió Ali- O te acompaño.
- Solo puede ir un acompañante –dijo uno de los médicos-
No iba a dejar que Ali fuera solamente para que yo no lo haga. Además, era mi mejor amiga. La quería como algo más que eso y no dejaría que nada le pase.
- Yo voy –dije con tono autoritario y me subí a la camioneta al lado de la camilla que acababan de depositar los médicos-
- No lo hagas Patrick! –hice caso omiso a lo que dijo Ali- Patrick, vas tu y nuestra relación se corta aquí.
- No tienes corazón Ali! –dije intentando no gritar- Es mi amiga, esta dañada y solamente te importan tus celos y que yo no vaya porque te pones celosa. Esta mal ella!
- No me importa Patrick. Yo se que tu la quieres mas que a mi y no quiero eso. O te vas con ella y me pierdes o te quedas aquí y dejas que llame a sus amigas y la acompañen.
- Eres una caprichosa, te das cuenta! –dije. Necesitaba descargarme- Ella esta mal y solo te importan los celos? Si eres así, no quiero estar contigo –cerré la puerta de la ambulancia-
- Bien, adiós para siempre –escuché que dijo. Aunque sea no tenia que matarme pensando en como cortarle-
La camioneta arrancó dejando atrás a mi ya ex – novia y el departamento donde iba a vivir con ella. Ahora lo único que importaba era Lindsay, mi amiga que estaba mal.
Decidí agarrar mi móvil que por suerte siempre llevaba conmigo y telefoneé a Michelle.
- Alo –dijo al teléfono-
- Michelle es importante –susurré-
- Patrick? Que ocurre?
- Escuche un ruido estruendoso cuando estaba en el departamento y bajé. Lindsay ha tenido un accidente y el auto se destrozó contra un palo.
- Como esta ella, esta bien? –gritó desesperada-
- Que sucede? –escuche las voces de fondo de Flami y Nataly-
- Linds tuvo un accidente- les explicó-
- Estoy en la ambulancia, la están llevando al hospital de Chicago, esta inconsciente.
- Ya vamos para allí. No debí dejarla ir sola!
- No es tu culpa. Nadie la tiene –la tranquilice- Nos vemos allí.
- Gracias por avisar. Adiós –cortó-
Al verla en la camilla, inconsciente y con los ojos cerrados sentí hacia ella una gran debilidad y de mis ojos empezaron a caer varias lagrimas.
- Te mejoraras pronto Linds. Lo harás. Eres fuerte –susurré sosteniendo su mano con la mía-
El viaje fue algo largo. Mi mente no daba más de pensar, cosa que no quería hacer. Confiaba en que estaría bien, y más que nada lo deseaba. Podíamos hacer muchas cosas juntos si ella se mejoraba, hasta era capaz de decirle si querría ser mi novia.
Ella era mucho en mi vida, y una parte de mi no funcionaba si no estaba. Debía ponerse bien.
Llegamos al hospital y los médicos sacaron la camilla con cuidado y los seguí hasta la sala donde la dejaron.
- Lo siento, debe esperar afuera –me dijeron-
- Por fav..
- No, enserio. Debe esperar –cerraron la puerta-
Oí como conectaban un montón de máquinas, el respirador y el aparato que regulaba los latidos del corazón.
Minutos más tarde llegaron Michelle, Nataly y Flaminia llorando. Abracé a Nataly que fue la primera en entrar.
- Estará bien –me dijo-
- Eso espero. –susurre-
- Que fue bien lo que ocurrió? –pregunto Flaminia secándose un par de lagrimas que le resbalaban por la mejilla-
- Estaba hablando con Ali, cuando escuche un fuerte ruido. Bajé haber que había ocurrido y vi tu auto chocado contra un árbol –señale a Michelle-. Me acerqué y noté como los médicos estaban sacando el cuerpo, y era Linds entonces decidí acompañarla. Ya que estaba me separe de Ali.
- Se separaron? –preguntó Michelle- Como?
- Me dijo que si venia con Lindsay no iba a verla más. Y Linds es mi mejor amiga y no la pensaba dejar por un capricho así.
- Bien hecho, Ali se lo merece –dijo Nataly riendo-
Nos sentamos en las sillas de la sala de espera. Mis ojos se estaban cerrando, pero mi cerebro trabajaba tan rápido que no me podía concentrar en dormirme.
Michelle y Flaminia habían logrado conciliar el sueño y tenían la cabeza apoyada contra la pared. Todavía tenían en los ojos marcas rojas de haber llorado. Nataly se acercó a mi y me tomó de la mano.
- Es fuerte la niña –susurró-
- Lo es. La ayudaremos a salir de esta –intente esbozar una sonrisa pero me fue imposible-
- Tranquilo…
- Desearía estarlo –bufé- Hasta que no se despierte no lo estaré-
No hice mas que pensar y pensar, pero eso no me hacia nada bien. Por suerte logre dormirme unos minutos pero justo en ese momento llegó el médico y me levante cuanto antes.
- Ustedes son los familiares de Lindsay? –preguntó-
- Amigos –dije-
- Ok. Ella esta evolucionando. Le hemos dado varios antibióticos y esta con suero. Se mejorará. Sufrió un fuerte golpe en la cabeza, pero suponemos que no es nada muy malo. Estará aquí hasta que despierte y ver como va evolucionando de a poco –sonrió-
Suspiré aliviado. No era algo tan grave, y habría podido ser peor. Pronto volveríamos a hablarnos.
En ese momento Michelle y Flaminia se despertaron y el doctor repitió lo que había dicho. Vi en sus ojos un alivio tan grande como sentía yo.
- Alguien quiere entrar? Ya pueden visitarla de a uno.
- Ve tu –sonrió Michelle-
Asentí con la cabeza, y abrí la puerta de la sala donde se encontraba Lindsay. Me ponía muy mal verla tan indefensa pero por suerte sabía que mejoraría pronto y ya estaba mejor. Estaba toda tapada con mantas blancas, en una camilla en medio de la sala.
Me senté en una silla al lado de ella y entrelace mis dedos con los de ella.
Puse mi otra mano sobre su pecho, y noté que su corazón latía fuertemente como siempre. De pronto, note como sus ojos se abrían de a poco hasta fijarse en los míos.

Capitulo 36: Indecisión. (Narra Patrick)

Con Ali llevábamos ya unos tres meses de novios. Pero había algo que me hacia retroceder, hasta antes de estar con ella. Todavía sentía algo extraño por Lindsay, y no me gustaba verla cerca mío estando yo con Ali. Sentía que a veces ella estaba algo celosa, o solo era mi imaginación que por un lado quería que pasara.
A Ali la quería mucho, pero no sabía si verdaderamente la amaba o no, y no sabia que sentía ella por mi. No podía dejarla, y la quería mucho pero algo en mi interior decía que estar con ella no era lo correcto.
Me había quedado un tiempo en el bar, sin saber que hacer. A Lindsay la volvería a ver seguramente otro día y en cuanto terminara la reunión Ali iba a pasar por mi para ir a su departamento. Tampoco se me hacia muy cómodo tener que vivir con ella…
Al cabo de unas horas, que decidí recostarme en el respaldo de mi silla y descansar, llegó Ali. Todavía tenia esperanzas de que llegara con Lindsay, pero no fue así.
- Hola amor –me beso-
- Hola Ali. No te trajo Lindsay?
- No, vine en taxi –puso mala cara-
- Y ella? –pregunté-
- Tanto te importa lo que hace y deja de hacer? –pregunto-
- Ali, tranquila. Es solamente mi amiga. Tu eres mi novia! Solo quería saber porque no te trajo.
- Hoy no me tocaba grabar a mi, tenia que grabar ella con Lucas la parte que creían que el era vampiro, y se besaban pero ella se levantaba y era un sueño –explicó. Besarse? Lindsay había tenido que besarse con Lucas?! Casi se me caía el cielo- Amor, estas bien? –pregunto Ali-
- Si –me desperté de mi trance-
- Es por ella, no?
- No cielo –mentí- Vamos?, ya me canse un poco de este bar –reí recobrando la compostura-
Pedimos el primer taxi que encontramos. Tardamos unos cuantos minutos en llegar que pasaron en silencio. Decidí no romperlo, y seguir en esa tranquilidad que inundaba el coche.
- Te sucede algo? No hablaste en todo el viaje! –dijo Ali en cuanto llegamos a su departamento mientras colgaba las llaves en la pared-
- No, es solo que estoy muy cansado. Fue un largo viaje! –dije, y era verdad. Me fui a acostar solo unos segundos después de haber tomado un vaso de agua y haberme lavado la cara para despejarme un poco. Tenía además, un fuerte dolor de cabeza-
El colchón estaba muy cómodo y las frazadas muy calentitas. Igualmente, aunque me hubieran puesto un trozo de cartón de colchón y un papel de frazada hubiera estado bien, porque con el sueño que tenía mucho no me importaba.
Dormí unas cuantas horas, sin estar pendiente del tiempo. Cuando me levanté, ojee la ventana y note que estaba de noche.
- Ali, estas aquí? –grite-
- Si amor, en la cocina –respondió-
Me puse unas pantuflas en los pies y me encaminé hacia donde me había dicho que estaba.
- Dormiste mucho! –sonrió y me beso-
- Si eso creo. Te dije que estaba muy cansado –reí- Hay algo para comer?
- Hice carne asada con patatas. Quieres?
- Claro! Exquisito –me saboreé- Que ama de casa!
Esa era una de las cualidades de mi novia. Cocinaba muy rico. Pero seguía sin estar muy seguro de lo que estaba haciendo, aunque si dejara a mi novia, no creía que Lindsay quisiera estar conmigo. Además le rompería el corazón a Ali.
Comimos conversando de cómo había sido el viaje y que había hecho ella mientras Lucas y Lindsay grababan su estupendo beso.
Me contó que ellos habían ensayado las otras escenas que iban después de esa, que se grabarían al día siguiente –no recuerdo el lugar porque cuando iba por esta parte presté atención a un ruido que había oído en la calle, como un golpe de un auto que lo use de medio para no tener que escuchar su largo discurso. Pero fue un sonido extremadamente fuerte por lo que decidí bajar-

Narra Lindsay:
Había quedado agotada después del día de filmación. Habíamos tenido que repetir esa escenas horas y horas, volver a colocar el maquillaje que se había corrido, hacer muchas veces el beso, etc.
Llegamos al salón donde había sido la reunión ya que la camioneta iba hasta allí, y de ahí había llevado a las chicas a la casa de Michelle.
- Quiero dar unas vueltas para despejarme –les dije en cuanto bajaron del coche. En un rato vengo-
Arranqué el auto a toda velocidad, hacia la casa de Ali. No me quería quedar allí, ni entrar pero fue al único lugar que se me ocurrió ir. Justamente en el viaje hacia el salón de esa tarde Ali me había contado donde vivía y era una ocasión justa para saber si podía llegar hasta allí, ya que era en la otra punta aproximadamente de donde yo estaba.
La cabeza me dolía bastante, ya que me había agotado demasiado. Hubiera sido mejor darme una ducha e irme a dormir, pero no tenía ganas.
Los ojos se me cerraban solos por el cansancio, pero lograba abrirlos de a poco, manteniendo la vista fija en la carretera.
Había empezado a lloviznar, cosa que no pasaba desde hacía bastante tiempo, y las ruedas empezaban a resbalarse de a poco. Pero nada iba a suceder, y decidí bajar la velocidad para no tentar al futuro. Solo echaría una mirada por el edificio haber si había rastro de Patrick y volvería a casa.
En unos minutos tan solo me faltaban dos cuadras para llegar a la casa, y el sueño me estaba venciendo. Sería mejor quedarme en un hotel por allí muy cerca, porque no me creía capaz de volver y les avisaría a mis amigas en cuanto llegara. Pero los reflejos se me estaban yendo a causa del cansancio, y los ojos se me empezaron a cerrar más rápido. Ya no era tan fácil mantenerlos abiertos.
Estaba por parar el auto, aunque sea dormiría ahí en la calle. Pero mis ojos se cerraron por completo antes de que pudiera hacer algo. Percibí un extraño y potente sonido que no reconocí, y sentí un fuerte dolor.

Cap 35: Luz, Cámara, Acción

– A donde debes irte? No puedes quedarte? –pregunto Patrick-
- No! Estoy llegando tarde a la reunión –tome mi bolso-
- Cierto!, también yo –soltó un grito Ali-
- Si, no hace falta gritar –sonreí sarcástica tapándome el oído-
- Llegaran más tarde si siguen hablando. Linds, puedes llevarla? –me pregunto Patrick-
No se en ese momento cual fue mi cara pero sin duda no debe haber sido ninguna muy buena.
- Si, no hay problema –improvise una falsa sonrisa-
- Gracias –dijeron ambos. Le di primera un beso en la mejilla a Patrick e inmediatamente Salí rumbo a la puerta para no ver su despedida-
Nos subimos al coche y arranqué bastante rápido.
-Puedes bajar la velocidad? –reí al ver su cara de terror-
- Tranquila Ali, si no voy así ni siquiera llegaremos para el final. Además, voy rápido pero prudentemente.
En unos pocos minutos llegamos al salón. La cara de susto de Ali por la velocidad todavía no se había borrado.
- Estas son horas de llegar? –rió Michelle-
- Lo siento, lo siento –me disculpe-
- No hay problema –aseguro- Vinieron juntas? –señalo a Ali-
- Luego te cuento –susurre-
Salude a Nataly, a Flaminia y a mi nuevo amigo Lucas.
- Estábamos practicando unos últimos retoques. En cuanto vinieras queríamos filmar por lo menos la primer escena –nos contó Michelle-
- Olvide preguntarle a Ali!, tu quien eres en la película? –le dije-
- Amiga de Lizzie –sonrió. Justo mi amiga debía ser?-
- Ya tenemos todo preparado en la camioneta para ir al bosque y grabar tu sueño con los vampiros –siguió Nataly-
- Me hubieran llamado! –me queje-
- Lo hicimos.
- Lo siento de nuevo! Olvide mi móvil.
Nos subimos a la camioneta todos los camarógrafos (Peter, Jeniffer, Romilda y Flami), Nataly, Michelle, Lucas y otras personas que no conocía.
Fuimos a un pueblo cercano de donde estábamos, que según Michelle tenia muchos bosques. En el viaje fuimos practicando el libreto con Lucas. Era un muchacho no divertido, y no podía evitar reírme con el mientras leíamos lo que debíamos decir.
En un momento de la charla Flami me llamó, y me fui con mis amigas.
- Que sucedió con Patrick? –pregunto-
Ya me había logrado olvidar de Patrick y de su novia gracias a Lucas. Otra vez deberían hacerme acordar?.
- Llego y lo primero que hizo fue besar a su novia –hice una mueca-
- Quien es su novia? –gritaron Michelle, Nataly y Flaminia al mismo tiempo-
- Ali.
- Ali, Ali? La Ali que conocemos? La que llego contigo? –preguntó Nataly-
- Si esa misma –bufé- Me invitaron a un bar y no me dejaron negarme. Me atrase por ello, y cuando me acorde de la reunión, Patrick me pidió que la llevara ya que había llegado al aeropuerto en taxi.
- Que cosa! –dijo Flami- Con Ali… -continuó- Hacia mejor pareja contigo!
- Si nunca nos viste juntos! –dije-
- En la fiesta –rió-
- Cierto…
El lugar donde íbamos era algo lejos. Al final del viaje me había puesto a hablar con Jeniffer que había nacido y vivido en Londres como yo.
Cuando la camioneta aparco, fue la primera vez que abrimos las cortinas de las ventanillas y vimos el paisaje de esa ciudad.
Estábamos en el extremo sur de un inmenso bosque. Se veía mucho color verde, hojas en el suelo y animales que investigaban a los nuevos invitados.
- Es hermoso –sonreí-
- Fantástico. Justo como había imaginado –agrego Michelle-
Debía ser genial imaginarte bosques, lugares, personajes para escribir en tu novela y luego verlos en la realidad como los habías pensado.
El lugar era precioso, pero si te encontrabas solo no debía ser muy agradable..daba algo de Miedo. Por eso lo habían elegido para esta parte.
Tardamos aproximadamente media hora, en cambiarnos y maquillarnos. A Lucas le habían pintado la cara de blanca, los labios rojos y le habían resaltado los ojos con negro. Daba miedo!. Estaba vestido de camisa blanca y pantalones color jean.
Yo me había puesto unos pantalones negros y una camiseta común, y me habían pintado los ojos y la cara color piel, tapando todas las imperfecciones. Luego me soltaron el pelo, lo cepillaron y me hicieron unas torzadas en la parte de atrás.
- Ya esta todo listo –llegamos a un claro en el bosque- Aquí es –dijo Nataly-
Había cinco cámaras a nuestro alrededor, de distintos diagonales y ángulos del lugar. Habían puesto unas telas para tapar la luz solar y nosotros estábamos parados justo en el medio del claro.
- Luz, cámara, Acción! –dijo Nataly-
- Elizabeth, yo te amo. Pero no soy para ti –dijo Lucas-
- Si eres para mi Edward, y no importa lo que pase entre nosotros ni que seamos. Yo te amo y necesito.
- Pero soy peligroso.
- No me importa, nada me hará cambiar de opinión.
- Enserio Lizzie, te puedo hacer daño.
- Sé que no lo harás –susurré-
- Pero puedo descontrolarme..
- Que eres Edward? Porque puedes matarme?
- Lizz –hizo caso omiso a lo que le había dicho- Con un solo movimiento puedo matarte, me muevo o te toco un poco de mas y te hago polvo.
- Edward QUE ERES? –grite-
- No lo sabes aún? –susurro- Soy lindo, tengo rico aroma, soy fuerte, corro rápido, soy BLANCO, no salgo al sol…
- Eres… -susurre poniendo cara de haber descubierto la razón de mi existencia-
- Dilo.
- Eres.. un vampiro.
- Si. Tengo muchas cualidades, y todas te atraen a mi. Todo lo que soy es para atraer a mis presas.
- Comes.. humanos? –pregunté-
- No.. sino no podría estar contigo. Ahora si quieres dejarme, puedes hacerlo –dijo-
- No lo haré, Edward yo te amo.
- Y yo a ti. –me besó. Ese beso fue muy tierno, y no lo habíamos ensayado nunca. Fue algo espontáneo-
- Corte –dijo Nataly-